El fuego constituye una seria amenaza para la mayoría de los materiales de construcción y elementos de fijación, pero no afecta a los selladores ignífugos. Conoce mejor estos interesantes productos.
El fuego es un agente poderoso y, en ocasiones, muy destructivo. Son pocos los materiales y sustancias capaces de resistir altas temperaturas, en especial si hablamos de productos adhesivos. Sin embargo, hay un adhesivo que se destaca por su resistencia al calor: el sellador ignífugo.
Como su nombre lo indica, se trata de un adhesivo no inflamable. En otras palabras, es un sellador que no arde cuando es sometido a altas temperaturas. Esto significa que un sellador ignífugo es capaz de mantener sus propiedades, incluso al estar en contacto directo con el fuego.
En el mercado hallarás una variedad de selladores ignífugos con formulaciones y aplicaciones específicas. Hay selladores ignífugos que puedes utilizar en el campo de la construcción, así como en proyectos de cocina industrial. Asegúrate de seleccionar un sellador ignífugo que se pueda emplear en objetos y materiales que están expuestos constantemente al calor abrasador, pues algunos solo soportan altas temperaturas por cortos periodos de tiempo.
Dado que el proceso de aplicación puede variar dependiendo del producto en específico que has elegido, estos consejos son una guía general. Consulta siempre las instrucciones del fabricante del sellador ignífugo que selecciones. La etiqueta del producto te brindará información exacta sobre tiempos de secado, condiciones de aplicación y todo lo que sea relevante.
- Reúne los materiales. Necesitarás una pistola aplicadora, elementos de limpieza, agua y una espátula. Y, por encima de todo, trabaja con seguridad: algunos selladores ignífugos son bastante alcalinos, así que colócate guantes y usa gafas para proteger tu piel y tus ojos.
- Prepara las superficies que vas a sellar. Deben estar secas y libres de polvo, grasa y otros contaminantes. Protege, además, elementos y otras superficies a los que pudiera salpicar el producto.
- Aplica el sellador ignífugo. Coloca el cartucho con el producto en la pistola aplicadora. Corta la punta del cartucho, o su boquilla, a la medida de apertura deseada.
- Humedece ligeramente las piezas a unir o las juntas a sellar, solo si así lo indica la etiqueta del producto. A continuación, presiona el gatillo del aplicador y vierte, de manera uniforme, el sellador ignífugo entre ellas. Dale un acabado parejo al producto con una herramienta de alisado húmeda, si lo consideras necesario.
- Limpia. Usando un trapo limpio empapado en agua, retira los restos de producto que aún no se hayan secado. Una cuchilla afilada te permitirá eliminar el sellador ignífugo cuando ya se ha curado.
- Observa el tiempo de curado. Deja que se seque el sellador ignífugo según las instrucciones del fabricante.